lunes, 7 de mayo de 2018

Una Reina medio inconsciente

Emily Dickinson 

(Amherst, Massachusetts, 1830-ibídem, 1886)


Publicar no era, para ella, parte esencial del destino de un escritor; después de su muerte, que acaeció en 1886, encontraron en sus cajones más de mil piezas manuscritas, casi todas muy breves y extrañamente intensas. Además de la escritura fugaz de cosas inmortales, profesó el hábito de la lenta lectura y la reflexión. Emerson y Ruskin y Sir Thomas Brown le enseñaron mucho, pero solo a ella le fue dado escribir "Parting is all we know of Heaven/ and all we need of Hell"  o " This quiet was gentlemen  and ladies" cuya idea es común y cuya forma es incomparable (curiosamente se abismaba, como Hugo, en la Revelación de San Juan, el Teólogo).
Fragmento del Prólogo a los poemas traducidos por Sivina Ocampo.
Jorge Luis Borges
Buenos Aires, 3 de mayo de 1985.


976

La Muerte es un Diálogo
entre Polvo y Espíritu.
«Deshazte», dice Ella — y el Espíritu:
«Señora, espero Algo bien distinto» —
Duda de esto la Muerte – Argumentando
a ras de Suelo – Y se aleja el Espíritu,
sólo dejando como prueba
un Abrigo de Arcilla.
*
976
Death is a Dialogue between
The Spirit and the Dust.
«Dissolve» says Death – The Spirit «Sir
I have another Trust» —
Death doubts it – Argues from the Ground —
The Spirit turns away
Just laying off for evidence
An Overcoat of Clay.

Traducción: Rubén Martín
***
813

Este plácido polvo fue señores y señoras
y niños y niñas -
fue risas y habilidad y suspiros
y vestido y rizos.
Este pasivo lugar viva mansión del verano
con flores y abejas
cumple su ciclo oriental
luego cesa, como éstos -

Traducción de Silvina Ocampo, en Poemas, Ed Tusquets.
*
813
THIS quiet Dust was Gentlemen and Ladies,
        And Lads and Girls;
Was laughter and ability and sighing,
        And frocks and curls.
This passive place a Summer’s nimble mansion,         
        Where Bloom and Bees
Fulfilled their Oriental Circuit,
        Then ceased like these.

Complete Poems, 1924.
***

Estoy transferida – he dejado de ser de Ellos –
El nombre que Ellos me echaron en la cara
Con agua, en la iglesia comarcal
Se ha terminado de usar, ahora,
Y pueden ponerlo con mis Muñecas
Mi infancia, y la ristra de carretes,
Que he dejado de ensartar –también –
Bautizada, antes, sin elección,
Pero esta vez, conscientemente, De Gracia –
Al nombre más supremo –
Llamada a mi Plenitud – la Media Luna cayó –
El Arco entero de la Existencia, se llenó,
Con una –pequeña Diadema –
En mi segundo Rango – demasiado pequeño el primero –
Coronada – Cantando Victoria – sobre el pecho de mi Padre –
Una Reina medio inconsciente –
Pero esta vez – Adecuada – Erecta,
Con Voluntad de elegir,
O de rechazar,
Y yo elijo, precisamente una Corona. –

Versión de Mercedes Bengoechea.

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Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char


No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char