martes, 6 de marzo de 2018

No es la palabra más salvaje que consignamos al Lenguaje

EMILY DICKINSON
(Amherst, Massachusetts, EE.UU., 
1830- 1886)


"¿Miras esta noche? La luna cabalga como una niña a través de una ciudad de topacios."

- Emily Dickinson, de una carta a Mary Bowles escrita c. Enero de 1861
***

Esta es mi carta al mundo 
que nunca me escribió –
la simple Nueva
que la Naturaleza –
con tierna Majestad contó
Su majestad envía
a Manos que no puedo ver –
por amor a ella – Dulces
-compatriotas –
Juzguen con ternura 
-de Mí.

 De , ilustrado por , traducción de .
***
De Archivo
A T. W. Higginson [Amigo y consejero literario de E. D.] 15 de abril de 1862 
Señor Higginson, 
¿Está usted demasiado ocupado para decirme si mi Verso está vivo? 
La mente está tan cerca de sí misma - que no puede ver, con nitidez, y no tengo a quién preguntar- De pensar usted que respira -y de tener el asueto para decírmelo, sentiría yo una pronta gratitud-. 
Si cometo el error -y usted osara decírmelo- le honraría yo más sinceramente -a usted- 
Adjunto mi nombre -y le pido, si le place- Señor -que me diga ¿qué es verdadero? 
Que no me traicionará usted -es vano pedirlo- porque el honor es su propia prenda- 

Emily Dickinson 
** 
A Otis P. Lord [El juez Lord, único amor correspondido de E. D] 
circa 1878 
(De Archivo)

¿No sabes que cuando más feliz eres es cuando retengo y no otorgo - no sabes que “No es la palabra más salvaje que consignamos al Lenguaje? 
Lo sabes, porque conoces todas las cosas - [la parte superior de la hoja ha sido cortada]… estar tan cerca de tu anhelo - tocarlo al pasar, porque no soy sino una durmiente inquieta y a menudo viajaría desde tus Brazos por toda la noche dichosa, pero me auparás de nuevo, ¿verdad?, porque solo allí pido estar - digo que, si sintiera el anhelo más cerca - que en nuestro querido pasado, quizá no me resistiría a bendecirlo, pero debo hacerlo, porque sería lo correcto. La “Valla es de Dios - Mi Dulce Amigo - por tu gran bien - no el mío - no te dejaré franquearla - pero es toda tuya, y cuandosea el momento levantaré los Barrotes y te pondré sobre el Musgo - Tú me enseñaste la palabra. 
Espero que no tenga una apariencia distinta cuando la fabrican mis dedos. Es Angustia lo que anhelo ocultarte para permitirte dejarme, hambrienta, pero tú pides la divina Corteza y eso echaría a perder el Pan. 
Esa Flor no frecuentada. 
Embellécete - (hasta merecedor[a]) [hoja cortada] 
Estaba leyendo un Librito - porque me rompió el Corazón quiero que rompa el tuyo - ¿Lo pensarás justo? Lo he leído a menudo, pero no antes de empezar a amarte - encuentro que esto es determinante - es determinante en todo respecto - Hasta el silbido de un Niño al pasar tarde por la Noche, o el Bajo [¿?] de un Pájaro - [hoja cortada] Satán - pero es cierto que lo que no he oído es la dulce mayoría - dice la Biblia muy socarrona, que el Hombre caminante, aunque “insensato - no tendrá que errar allí; ¿y la Mujer “caminante? Pregúntale a tu palpitante Escritura. Acaso te sorprenda que hable de Dios - lo conozco solo un poco, pero Cupido enseñó Jehová a muchas mentes legas - la Brujería es más sabia que nosotros - 
Emily Dickinson 
** 
A sus primas Louise and Fanny Norcross, primera semana de mayo de 1886

Primitas,/ Me reclaman. 
Emily


Fuente: elcultural.com
«Emily Dickinson. Cartas» Edición y prólogo de Nicole d'Amonville Alegría.
Traducción: Nicole d'Amonville Alegría
Lumen (Bracelona, 2009).
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Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char


No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char