lunes, 3 de julio de 2017

Entre objetos sin nombre

JOAN BROSSA
(Barcelona, España, 1919-id., 1998)





Bailarina al norte

I
Fondo negro. Pas seul de unas piernas que se destacan en blanco.


II

Cortina azul.


III

Fondo negro. Gran hoguera en mitad del escenario.
Telón

Versión de Andrés Sánchez Robayna
**
El último hombre

A pesar de las apariencias y las teorías, dice
que tiene miedo de la soledad; se siente distanciado
de los objetos; tiene miedo de no ser más que una
cosa entre las cosas, entre objetos sin nombre:
tiene conciencia de no estar aquí.

Versión de Carlos Vitale
**
Paisaje

Una línea avanza del monte
de Júpiter y se dirige horizon-
talmente hasta la parte más alta
del muñón, bajo el monte de
Mercurio; pasa por debajo de los montes
de Saturno y de Apolo y corta
en su trayecto las líneas de
Saturno, de Apolo y de Mercurio.

Ahora apago la luz, y todo queda
a oscuras.

Versión de Andrés Sánchez Robayna
**
Streap-tease

Fondo naranja. A intervalos de diez segundos caen del techo todas
las prendas con que se viste una mujer. Finalmente caerá un
zapato y, al esperar que caiga el otro, baja el telón.

Versión de Juan Manuel Gisbert
**
EL RECITAL

El poeta hace un recital acompañado por una batería.
Al comenzar hay veinte espectadores.
Después, diez.
Después, cinco.
Después, tres.
Después, uno, que se levanta y dice:
-¡Quiere hacer el favor de callarse, que no me deja oír la música!

Traducción de Carlos Vitale
**
NOSTALGIA

¡Oh verdades
permanentes, aunque silenciosas
por falta de expresión!                     

Traducción de Carlos Vitale




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Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char


No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char